Los desafíos de proveer educación y empleo formal, fomentar de la autonomía de la mujer, y frenar el aumento de las enfermedades crónicas siguen siendo serias preocupaciones de los países en desarrollo y mercados emergentes del mundo. Obstáculos institucionales, desconfianza entre los gobiernos y los inversionistas, la falta de consistencia y baja calidad en la entrega de servicios, y la falta de fondos hacen, muchas veces, que sea imposible encontrar soluciones a estos problemas.