La participación de las micro, pequeñas y medianas empresas MIPYME y los emprendimientos en las economías latinoamericanas es altamente representativa ya que a este segmento le corresponde más del 85% de los establecimientos productivos y comerciales y generan 9 de cada 10 empleos en la región.
De acuerdo con el censo económico del Departamento Nacional de Estadística DANE, la estructura empresarial colombiana está conformada principal y mayoritariamente por las MIPYME, las cuales contribuyen con el 99,9% de establecimientos, generan 81% del empleo nacional y representan cerca del 25% del PIB.
Las denominadas industrias, empresas o emprendimientos culturales (que son también MIPYME), reflejan los valores, costumbres, tradiciones, patrimonios y legados de una sociedad o región y promueven el desarrollo del capital humano, la cohesión social y la convivencia, potencian la creatividad de la gente, contribuyendo a la educación e identidad de la población y a su integración social.
A pesar de las escasas estadísticas en los países de América Latina y el Caribe, se calcula que la contribución de las industrias culturales de la región representa el 3,5% del PIB. La producción de bienes y servicios culturales y creativos, se sitúa hoy entre las principales fuentes de innovación e intercambio en el contexto global. De hecho, en el reciente documento del BID titulado “La Economía Naranja”, se identifica que el comercio mundial de servicios culturales y creativos moviliza cerca de US$646.000 millones de los cuales los países de América Latina apenas participan con el 1,7%.
Es relevante también destacar la creciente demanda internacional de servicios y productos culturales. En efecto, se estima que más de la mitad de los turistas o viajeros frecuentes (nacionales o internacionales) son sensibles o se interesan en destinos o regiones turísticas en donde la cultura es un componente visible, representativo y accesible.
En el 2007 el FOMIN diseñó y financió un proyecto piloto en Colombia Industrias culturales de Cali como motor de desarrollo económico y social que tuvo como propósito la promoción de las industrias culturales de la región como fuente de desarrollo y oportunidades, a través de modelos de articulación público-privado, enfocado en la creación de nuevas empresas culturales y en la dinamización de las existentes para que éstas creciesen, generasen ingresos y empleo, utilizando adecuadamente los valores culturales del territorio.
El programa involucró desde el comienzo al Ministerio de Cultura de Colombia, la Alcaldía de Cali, la Cámara de Comercio de Cali, la universidad ICESI, Metropoli, Intervida y a la caja de compensación COMFANDI, como organismo ejecutor.
Luego de 6 años de ejecución y de inversiones cercanas a los 3.4 millones de dólares, podemos afirmar que el programa “Industrias Culturales de Cali” no solo alcanzó los objetivos acordados sino que superó varios de los indicadores e impactos que se previeron. Destaco los resultados más importantes:
1.- Se desarrolló un efectivo modelo, metodología y prácticas para la formación, capacitación, asistencia técnica, acceso a mercados y financiamiento dirigido a los emprendimientos culturales y creativos de la ciudad de Cali y la región.
2.- Con la metodología se fortalecieron y dinamizaron cerca de 280 empresas/industrias culturales, apoyando también la creación de 80 nuevos emprendimientos.
3.- Testimonios de emprendedores culturales beneficiarios, consultados en la evaluación final del programa, demuestran que gracias al acompañamiento y servicios del programa logró dinamizar y formalizar sus emprendimientos, incrementando su visibilidad, su facturación, empleo directo e indirecto y, seguidamente, ha mejorado la calidad de vida de la mayoría de emprendedores, colaboradores y sus familias.
4.- El programa aportó información, conocimiento, experiencia y aportes técnicos para la elaboración de la política nacional para la promoción de los emprendimientos culturales en el país.
5.- El programa de Cali gestionó conocimiento desarrollado y apoyó réplica del mismo hacia otras ciudades del país. De hecho:
- La Secretaria de Desarrollo Económico de la Alcaldía de Bogotá creó la oficina de Industrias Culturales y Creativas aprovechando la experiencia del programa de Cali.
- La Secretaria de Cultura Ciudadana de Medellín se apoyó en el programa PRIC para fortalecer sus industrias culturales y para trabajar articuladamente.
- El programa “Santiago Creativo” de Chile, estableció una alianza con el proyecto de Cali para realizar gestiones internacionales conjuntas entre los dos programas y los beneficiarios.
- El programa fue invitado especialmente por el BID y por la Embajada de Colombia en Washington para presentar sus avances y ofrecer una conferencia sobre el papel que las actividades culturales en el desarrollo económico y social, llevando también una muestra música y danzas folclóricas del Pacífico que fue presentada dentro de la celebración del día de independencia de Colombia, realizada durante julio de 2014.
- La Agencia Presidencial para la Cooperación APC (de la Presidencia de la República), el Ministerio de Relaciones Exteriores y el Departamento Nacional de Planeación efectuaron formal reconocimiento de buenas prácticas al proyecto "Industrias culturales de Cali".
Durante la fase de preparación del proyecto pude observar la riqueza y diversidad de las expresiones culturales de Cali y del Valle del Cauca y de las creativas e innovadoras personas (jóvenes y adultos) que se ejecutaban su arte como un mero pasatiempo o que se desempeñaban dentro de la informalidad. Posteriormente, al cierre del proyecto, pude ser testigo de honor que las aspiraciones y pasatiempos de estas personas pasaron a ser emprendimientos formales y sostenibles, integrados a una sociedad que comienza a demandar cultura y dispuesta a pagar por este tipo de productos y servicios de alta calidad, propiciando la generación de oportunidades, empleo e ingresos a esta población en situación de vulnerabilidad.