
En los últimos días se han llevado a cabo diferentes eventos como el coloquio ProAhorros y el Foromic, en los que se ha discutido sobre la inclusión financiera y me gustaría resaltar algunas reflexiones.
Primero retomar la importancia de la inclusión financiera como una herramienta clave en la lucha contra la pobreza y el rol del ahorro como puerta de entrada para las personas de más bajos ingresos. El ahorro permite estabilizar el consumo de los hogares, programar gastos futuros y evita la descapitalización y endeudamiento en momentos de emergencia, incidiendo así en la reducción de la vulnerabilidad de las personas y por tanto en la reducción de la pobreza.
En esta línea, se ha venido avanzando en diferentes pilotos y proyectos que buscan el desarrollo de estrategias de negocio con el microahorro. Si bien cada vez más las entidades financieras se convencen del potencial y capacidad de ahorro que tienen las personas de bajos ingresos, aún sigue siendo un reto el encontrar una forma sostenible y rentable para llegar a esta población. Dentro de los aspectos que se han destacado en las experiencias que se vienen implementando están las siguientes:
- No se trata simplemente del diseño y puesta en marcha de un producto de ahorro de bajo monto, debe haber un modelo de inclusión financiera en el que se involucren las diferentes áreas de la entidad.
- La tecnología es un elemento importante para la inclusión financiera de los segmentos de bajos ingresos, sin embargo esta debe estar al servicio de la entidad más no debe definir el producto o la estrategia a implementar.
- El cliente debe ver claramente el beneficio del producto que se le ofrece, la oferta de valor de la entidad debe estar enfocada en la estabilidad, confianza y seguridad que le transmite la cliente.
- La escala y la rentabilidad van de la mano para lograr una estrategia de negocios efectiva en el ahorro de bajo monto.
- Más allá de informar o educar financieramente lo que se debe buscar es motivar, fortalecer y facilitar el ahorro en el cliente.
Adicional a esto se habló de la importancia que hay en que la entidad financiera defina cuál es su objetivo principal a la hora de ofrecer productos de microahorro: i) conocer el comportamiento financiero de un nuevo nicho de mercado con un número importante de clientes potenciales, ii) fondeo de bajo costo, iii) fidelización de clientes, iv) generación de hábitos de ahorro para formar mejores clientes de crédito, entre otros.
Sería interesante abrir la discusión sobre estos y otros aspectos que han venido identificando las entidades financieras que están implementando productos de microahorro, teniendo en cuenta que el ahorro no es el excedente que queda después de cubrir los gastos del mes, el ahorro se consigue al organizar el consumo de tal forma que un monto de dinero con un propósito definido queda incluido dentro de los planes financieros mensuales de cada hogar.
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