jun. 4, 2012
Por Gregory Watson

El cambio climático representa un gran reto para América Latina y el Caribe: la necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mejorar la eficiencia energética, y al mismo tiempo ofrecer a los ciudadanos con mayores niveles de energía. La Agencia Internacional de Energía prevé que las necesidades energéticas de la región será 75% mayor en 2030, lo que requiere aproximadamente $ 1,8 mil millones en nueva infraestructura energética. Las necesidades son inmensas: 45 millones de habitantes de la región no tienen acceso a servicios eléctricos, y aproximadamente 83 millones de personas aún cocinan con biomasa tradicional.