oct. 31, 2012
Por César Buenadicha
Por María Chan
Datos del Instituto Brasileño de Geografia y Estadística (IBGE) indican que el 17 % de los hogares urbanos del país no tiene acceso a agua potable, el 41% no posee acceso a la red de alcantarillado y solamente el 51,4% posee un filtro -denominación que incluye cualquier equipo para tratar el agua de uso doméstico para consumo humano. Sin dudas, la falta de acceso a agua de buena calidad y en cantidad suficiente genera efectos directos y negativos en la salud humana.
Purific es una microfranquicia brasileña que fue creada en 1998 por tres socios, quienes a través de un análisis de mercado vislumbraron el potencial de mercado para la fabricación y comercialización de purificadores de agua y filtros orientados a los segmentos B y C de la población, sin acceso a ese tipo de productos. La empresa, localizada en la ciudad de Maringá-PR, comenzó a operar en un pequeño galpón de 250m2, con una inversión inicial de aproximadamente US$100mil dólares y desarrollando de cero su propia tecnología del purificador y dominando todas las etapas de producción.
Hoy, Purific genera cerca de 100 empleos directos, posee aproximadamente 230 tiendas franquiciadas distribuidas en 114 municipios de medio y gran porte, y alrededor de 4000 microfranquiciados “home based” que revenden los productos puerta a puerta. Desde su fundación, la empresa lleva vendidos cerca de 1 millón de purificadores.
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